Una opción interesante es CodeWeavers Crossover Mac, que es una versión mejorada del emulador Wine recientemente desarrollado por usuarios Linux. En vez de emular un PC completo, Crossover Mac tan solo emula las APIs de aplicación de Windows, permitiendo que las aplicaciones de Windows se ejecuten en un Mac sin necesidad de funcionar sobre Windows. Las ventajas son que es más sencillo que un entorno de virtualización, y que no es necesario instalar un Windows al completo.
La parte negativa es la compatibilidad, que bajo Crossover Mac es muy inferior a las dos primeras opciones, aunque es una gran opción para ejecutar aplicaciones muy conocidas en entornos profesionales (por ejemplo, Outlook). CodeWeavers mantiene una lista de aplicaciones compatibles en su sitio Web (www.codeweavers.com), aunque si una aplicación no aparece en la lista no significa que no funcione, así que no estaría de más probarla.
La moraleja de esta historia es que los usuarios de Mac no necesitan dejar de lado el mundo del software para Windows. Las aplicaciones corporativas para Windows ya no serán una razón para que haya impedimentos para migrar de un PC al Mac. Hay múltiples opciones para que proporcionemos a los usuarios lo mejor de los dos mundos.
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