Su diseñador, Stefan Radev, ha realizado un trabajo bastante curioso. El parabrisas, volante y mandos se levantan para dar acceso al interior y cuenta con un sistema de navegación que permite ajustar automáticamente la dirección de la vela.
Además, gracias al uso de materiales de alta calidad tanto en el exterior como en el interior, es una opción a tener en cuenta para aquellos que no se decidan entre comprar un yate o un coche deportivo. Aunque si te preguntas eso, probablemente tengas tanto dinero que puedas comprarte los dos.
La verdad es que el diseño me llama mucho la atención. No sé, me recuerda a algo que he visto antes y no estoy seguro de que. Aunque pensándolo bien, así de perfil parece el casco de un caballito de mar. — :Dani Burón [Tuvie]
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