El regulador de competencia brasileño, CADE, ha dado un plazo de año y medio a Telefónica para reducir su dominio sobre el mercado de telefonía en el país.
Telefónica domina indirectamente el 56% del mercado de telefonía brasileño. Lo hace a través de Vivo, el principal operador y de TIM, filial de Telecom Italia, de la que la empresa española forma parte.
El resto de jugadores en el mercado latinoamericano son América Móvil, que controla el magnate Carlos Slim y Oi, operadora brasileña.
Telefónica tiene ahora 18 meses para resolver su problema con Telecom Italia. La teleco española mantendrá la presión sobre la italiana para que venda la filial TIM. Es un asunto espinoso, por la opinión enfrentada de la Junta de Accionistas de Telecom Italia, que se opone a la venta, que se valora en 11.000 millones de dólares.
A principios de mes, el CADE recomendó a Telefónica una desinversión en TIM o compartir su participación en Vivo con otro operador.
En octubre de 2014 se celebran en Brasil las elecciones presidenciales, una oportunidad para Telefónica de medir el clima político del país y buscar las oportunidades que puede aprovechar.
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