Un tribunal de la ciudad de Bruselas ha señalado que los conductores de Uber corren el riesgo de que sus coches sean confiscados si continúan prestando su servicio a los pasajeros.
La justicia belga ha indicado que Uber es un servicio de taxis y tiene la obligación de atenerse a las mismas reglas que estos, recogen en Bloomberg.
Desde Uber han argumentado en su defensa que son una plataforma tecnológica y no una empresa de transporte, el tribunal ha dictaminado que “sus conductores ofrecen una forma de servicio de taxi”, abierta a cualquier consumidor que tenga tarjeta de crédito y un smarpthone o tableta con la aplicación descargada.
Ante esta nueva noticia que amenaza la pervivencia de su servicio en Bruselas, en Uber han declarado que se pondrán del lado de sus conductores, apoyándoles hasta el final del proceso legal y más allá.
Lo cierto es que para Uber la operaciones en Bruselas, donde está disponible desde febrero de 2014, han estado repletas de problemas legales, ya que el gobierno de la ciudad reclamó en diciembre el cierre de la web de la compañía, y también ha atacado a la empresa desde el punto de vista fiscal.
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Además, la compañía dejó atrás las pérdidas durante el primer trimestre de 2024.
Durante el primer trimestre de 2024, la compañía de seguridad ingresó 1.350 millones de dólares.