Cómo determinar la fiabilidad de las aplicaciones SAAS

saas software as a service

Los beneficios que el Software como Servicio (SAAS) ofrece a las empresas son muchos, desde reducción de costes iniciales hasta menos gastos en aplicaciones para gestión, pero no todos los modelos pueden llegar a adaptarse a sus necesidades.

A la hora de buscar el mejor vendedor de SAAS, los directores de TI de las empresas necesitan asegurarse de que éste responde a sus necesidades en cuanto a tiempos de ejecución y rendimiento, y comprobar que el SAAS que se les está ofreciendo puede adaptarse a los cambios y crecimientos que pueda sufrir la empresa. El laboratorio de eWEEK da algunas claves de cuáles son los elementos que un administrador de TI empresarial debe tener en cuenta a la hora de decidirse por un determinado vendedor de SAAS.

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Con unos presupuestos tecnológicos suspendidos en el abismo de la recesión, las ventas del Software como Servicio parecen más atractivas que nunca. Los distintos modelos SAAS pueden ayudar a las empresas a desplegar rápidamente nuevas aplicaciones, evitar costosas inversiones iniciales de capital, reducir el gasto en la gestión de aplicaciones y dar un paso adelante en los recursos de mantenimiento.

Sin embargo, las mismas bondades que hacen que los SAAS sean un modelo atractivo para adquirir y consumir aplicaciones pueden introducir también ciertos desequilibrios en las organizaciones que las elijan. Uno de los problemas fundamentales tiene que ver con la fiabilidad, que incluye tanto la disponibilidad como el rendimiento de las que las aplicaciones dependen.

Los vendedores de SAAS ofrecen sus productos a través de Internet, por lo que las aplicaciones corren de forma diferente de lo que lo hacen las que corren en clientes locales o en redes empresariales internas. Más aún, el hecho de que las aplicaciones SAAS se alojen y sean mantenidas desde el exterior hace que las compañías tengan menos presente cómo es la forma de trabajar de estos servicios en comparación con las aplicaciones alojadas internamente.

Debido a ese método tan poco tradicional de ofrecer la aplicación y a la especie de caja negra que suponen los SAAS, los departamentos de TI deben asegurarse de que lo que adquieren es fiable –y de una manera un tanto distinta a lo que hasta ahora estaban acostumbrados-.

En primer lugar, para que un SAAS se considere fiable debe responder a las expectativas y necesidades de los usuarios, al bienestar de la red, a la arquitectura del sistema y a las prácticas de los posibles vendedores SAAS. Además, debe incluir las herramientas y servicios necesarios para medir y monitorizar las aplicaciones SAAS que tu organización utiliza.

Estos son los contenidos que encontrarás en el reportaje: