Aunque no puede decirse que las memorias SSD sean hoy en día una amenaza para los medios tradicionales de almacenamiento, la adquisición de SanDisk sería para Seagate una muy buena forma de adentrarse en este segmento, de indudable rentabilidad.
SanDisk no sólo permitiría a Seagate entrar en el mercado de las unidades SSD y de las aplicaciones móviles. Resulta que SanDisk es la segunda proveedora mundial de reproductores MP3 (por detrás de Apple).
Pero, ¿realmente lo necesita? Seagate podría comprar chips Flash, por ejemplo, a Samsung y combinarlos con sus propias unidades y su amplia experiencia en el negocio del almacenamiento. No hay que olvidar que Seagate es la reina de los discos duros.
Por otro lado, la propia SanDisk ha admitido que la unión Windows-SSD no es tan armónica como pudiera parecer. Y Seagate demandó en abril a una empresa de SSD llamada STEC por violación de patentes.
vINQulos
The Register
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