Se trata de una estructura tan delgada como un átomo y llamada “grafeno”. Es un material basado en carbono que podría doblar la capacidad de los actuales utracapacitadores, que almacenan y liberan grandes cantidades de energía.
“Con estos dispositivos, la energía puede almacenarse rápidamente en placas de grafeno y liberarse desde ellas también, para crear corriente eléctrica y, por consiguiente, energía eléctrica”, explicó Rod Ruoff, profesor de ingeniería mecánica y físico químico. “Hay razones para pensar que este material puede doblar la capacidad de almacenamiento respecto a los materiales que se utilizan actualmente. Estamos trabajando para ver si esta predicción se cumple también fuera del laboratorio”.
Actualmente, existen dos métodos para almacenar la energía eléctrica: en baterías recargables y en ultracapacitadores. Estos últimos tienen la ventaja de durar más, tener más capacidad, ser más ligeros y flexibles y necesitar menos mantenimiento. Con las nuevas celdas de ultracapacitadores basados en grafeno, se podría doblar esa capacidad. Y cuanto mayor sea la capacidad, más viables serán las instalaciones de generación de energías renovables y sus aplicaciones en coches híbridos, autobuses y otros medios de transporte.
vINQulos
Science Daily
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