Tras una década como máximo dirigente de NetApp, Tom Georgens ha dado un paso atrás.
La compañía ha emitido un comunicado en el que ha anunciado su intención de buscar un nuevo CEO.
El fabricante de almacenamiento atraviesa por una reestructura empresarial después de seis trimestres de caídas de los ingresos y pérdidas gananciales. Tras la última presentación de resultados sus acciones descendieron un 9,43% al anunciar un balance peor de lo esperado por los analistas.
Los problemas financieros de la organización han puesto en el punto de mira los recortes de plantilla, que podrían llegar a afectar a una tercera parte de los empleados.
Analistas como los de Credit Suisse han afirmado que NetApp tiene problemas estructurales y vaticinan que seguirá cayendo aún más en cuota de mercado durante los ejercicios fiscales 2016 y 2017.
Para hacer frente a la situación, el plan de NetApp ha sido acelerar la adopción de su software de gestión de almacenamiento ONTAP y focalizarse en empresas más grandes, pero no parece estar dándole resultados.
En sustitución de Tom Georgens la compañía ha situado a George Kurian, jefe de productos y estrategia, como director ejecutivo de transición. Kurian forma parte de la junta directiva, que ha nombrado a Mike Nevens como presidente.
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