La información en una empresa es la piedra angular del negocio. Un correcto análisis de la misma permite tomar las decisiones estratégicas más acertadas en cada momento; esto a su vez impactará de inmediato en el retorno de la inversión.
Para conseguir este impacto es vital que la información sea de calidad, algo que se consigue con herramientas analíticas y relacionadas con el manido término de Big Data.
Esa es la teoría. Pero, ¿y a efectos prácticos? Un reciente estudio elaborado por NetApp concluye que el 40% de los directivos españoles admite haber perdido dinero y clientes como consecuencia de una toma de decisión tardía.
A la hora de tomar decisiones estratégicas los datos son críticos para el 54% de los responsables de empresas consultados. A pesar de esto, resulta paradójico que sólo el 25% de las compañías españolas los consulte.
Según se desprende del informe, las razones de esta divergencia tienen que ver con la dificultad de acceso (para el 55% de los entrevistados) y la lentitud del proceso (para el 44%).
El estudio que elabora NetApp alerta de la mala gestión y mala calidad de los datos de un gran porcentaje de las empresas. Más del 75% de los directivos españoles están insatisfechos con los datos que manejan para la toma de decisiones. Son incompletos (para el 39%), inexactos (para el 29%) y obsoletos (para el 20%).
El problema de raíz apunta directamente a las infraestructuras de TI y a la necesidad de implementar tecnologías que optimicen los procesos analíticos y de gestión de datos.
“Sin la agilidad y facilidad al acceso de los datos, los líderes empresariales corren el riesgo de hacer mal sus cálculos”, explica María José Miranda, directora general de NetApp Iberia.