Dos empleados de Apple que trabajaban vendiendo iPhones en una de las tiendas oficiales que la compañía de la manzana tiene en Estados Unidos, han sido acusados de haber robado 332 unidades del popular teléfono.
Los empleados, que fueron descubiertos por sus jefes, estaban montando su propio negocio ilegal con la venta de los teléfonos que sustraían de la tienda.
Según informa The Eagle Tribune, en total la policía les acusa de haber robado iPhones por un valor de 132,468 dólares, que han conseguido vendiendo los dispositivos móviles en el mercado negro.
El popular teléfono, que salió a la venta en Estados Unidos en junio de 2007, se está vendiendo actualmente por 400 dólares y su demanda es muy alta a pesar de su alto precio, lo que lo convierte en un objeto muy atractivo para los ladrones.
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