“En estos momentos tan complicados se requiere creatividad”

La crisis y la Web 2.0 están cambiando las formas de vender y acercarse al cliente final. Esto es algo que tiene claro Cristina Berzal, directora de Affilinet. La interacción con los clientes es fundamental en el desarrollo de cualquier producto en el mercado actual.
Por esta razón, cada vez son más las empresas que  apuestan  por el marketing de afiliación. “El desarrollo de esta práctica va a la par de las tendencias del mercado.  De este modo, es fundamental la participación de los usuarios en este entramado”.
Las compañías tienen miedo a que la apertura de espacios de opinión a los usuarios pueda provocar la aparición de comentarios que no sean favorables para ellos. A pesar de esto, las organizaciones deben luchar por ser transparentes. “Se ha producido un cambio radical en la actitud de las empresas. Tienen que luchar por se lo más transparente posible”.
–¿Cómo están cambiando la crisis y la Web 2.0 las formas de vender y acercarse al cliente final?
En estos momentos tan complicados desde el punto de vista económico se requiere creatividad. Y no hay mejor forma de conseguirla que a través de la Web 2.0. Antes se empleaban estrategias basadas en el display. Ahora se ha evolucionado hasta dar una enorme importancia a los resultados. Por ese motivo, se necesita de la implicación de los usuarios.

– ¿De qué modo este cambio puede variar la forma de dar a conocer un producto en la red?

Los productos suelen entrar por los ojos. Por esa razón es tan importante la participación de los usuarios. En algunos casos, se le llega a utilizar hasta de prescriptor.

– ¿Cómo se están adaptando las empresas al entorno de la Web 2.0?

En este sentido, se ha producido un cambio radical al respecto. Se han abierto espacios de opinión para que los usuarios puedan ofrecer sus comentarios, aunque esta práctica no es nueva. La apertura de estos espacios es algo que aterra a las empresas debido a lo heterogéneo de las opiniones. Además, esta tendencia es difícil de controlar. Ahora bien, las empresas tienen que luchar por conseguir la máxima transparencia.