La legislación vigente en la Unión Europea implica que cualquier usuario menor de 13 años que desee darse de alta en redes sociales como Facebook y Twitter necesita contar con la autorización de sus padres.
Ahora, un comité del Parlamento Europeo se está planteando la posibilidad de cambiar las leyes para subir esa edad mínima de los 13 a los 16 años, un movimiento que busca proteger los datos personales de los niños.
La medida se votará en el parlamento este jueves, y de aprobarse los expertos indican que podría suponer un freno para los conocimientos en materia tecnológica de los adolescentes, recogen en TechEye.
Asimismo, hay que recordar que empresas del campo de las redes sociales como Facebook han puesto en marcha tareas de lobbying para presionar a los políticos comunitarios y evitar que se terminen aprobando las nuevas restricciones.
Lo cierto es que Facebook no ha aclarado con detalle como utiliza los datos de sus usuarios, pero es un hecho innegable que la publicidad que muestra en sus perfiles está basada en los contenidos que visita un usuario en sus navegaciones web.
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