“Llevarse el Wi-Fi a la playa será posible en 2015”. Con esta sugerente promesa está anunciando EXCOM su plan para desplegar una infraestructura de conexión inalámbrica “en las zonas costeras turísticas de España”.
“El objetivo de nuestro proyecto es doble”, señala el director de tecnología de EXCOM, Luis Abenza. Por una parte es “dotar a las zonas con mayor brecha digital de acceso a Internet y facilitar la conexión en los puntos más turísticos de España potenciando y favoreciendo el turismo”.
“Por otro lado”, continúa, se trata de “ofrecer un servicio de valor añadido a todos los clientes de EXCOM con la plataforma MI WIFREE”, que es la que soporta este proyecto y que contaría con 130 puntos Wi-Fi distribuidos por España.
Y es que quienes ya sean clientes de EXCOM tendrán la oportunidad de conectarse sin pagar y sin controlar el tiempo. Ahí está la clave del negocio. Para el resto de la gente no se contempla que las conexiones inalámbricas sean gratis e ilimitadas, al menos no de forma continuada.
A lo largo de la primera hora ningún usuario incurrirá en gastos y la velocidad se limitará a 256 Kbps. A partir de ahí habría que pagar 1 euro al día o 5 euros para conexión semanal, llevándose a cambo 1 Mbps.
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