Flickr cumple siete años

El servicio para compartir fotos llega a su séptimo aniversario con cada vez menos tráfico y rumores acerca de su cierre.

Hoy hace siete años nacía Flickr, el sitio web para compartir fotografías (y ahora también vídeos) con el que Yahoo! se hizo en marzo de 2005 por 35 millones de dólares. Flickr es sin duda el lugar de la web al que subir fotos con más éxito, pero las cosas no marchan demasiado bien. De hecho, los rumores acerca de su posible cierre no hacen más que aumentar.

Estos rumores, alimentados por varios factores como la caída que el tráfico del sitio está sufriendo (las visitas únicas cayeron en diciembre un 16% en Estados Unidos) y la competencia feroz de Facebook, que acaba de renovar su visor de fotografías y cuyas visitas aumentaron un 92% también en diciembre; son negados desde Yahoo! No obstante, la estrategia de Carol Bartz de deshacerse de todo lo superfluo para la compañía y el reciente cierre de Delicious no parecen augurar nada bueno.

El problema de Flickr, que además la semana pasada borró por error 4.000 fotografías a uno de sus usuarios, es que, si bien nadie discute que se trate del sitio preferido de los profesionales o aficionados a la fotografía, no atrae tanto al grueso de los usuarios, esos que tan solo quieren subir fotos normales sin ninguna pretensión artística. Y son precisamente estos usuarios los que han abrazado en masa a Facebook.

Y a pesar de todo esto, las cifras de Flickr, creado por un matrimonio hace siete años, siguen siendo impresionantes: aloja 5.000 millones de fotos y vídeos, y cada día se suben 3 millones más. Tan solo Yahoo! sabe qué le deparará el futuro al sitio web de fotografías por excelencia, si intentarán recuperar el encanto perdido o acabarán con él directamente.

De momento, las cosas han cambiado bastante en estos siete años: el Flickr original tenía chat y nació más como un sitio en el que “guardar” las fotografías recogidas de la web. El boom vino cuando se empezó a enfatizar el hecho de subir fotos propias y buenas. Y quizá sea esta apuesta por la calidad de las fotografías lo que lo está matando.