En The New York Times hablan por ejemplo del caso de Michael Buckely, que comenzó a grabar vídeos para YouTube casi como una afición y que ahora se ha convertido en un productor y protagonista de su propio programa que emite a través de YouTube. No tardó mucho en darse cuenta de que podía ganar más dinero con este tipo de trabajo que con su sueldo como un asistente administrativo para una compañía de promociones musicales.
Buckley tiene 33 años y vive en Connecticut, donde graba 3 programas a la semana sobre famosos, algo que ya había hecho de manera profesional en un canal local de su ciudad. Parte de dichos programas lograron tener una audiencia decente en la cadena, pero lo curioso es que cuando se publicaban en YouTube, el show se veía decenas de millones de veces. El resto, como suele decirse, es historia.
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