Cada vez son más los objetos de uso cotidiano que permiten enviar y recibir datos, una tendencia que ha sido bautizada como del Internet de las Cosas (IoT) y que va evolucionando a pasos agigantados.
El último hito lo ha dado la empresa holandesa de Telecomunicaciones KPN, que ha sido pionera al desarrollar una red de Largo Alcance para conectarse al Internet de las Cosas que está disponible en todo un país.
Desde KPN han destacado que aunque el plan inicial era que la red solo tuviera cobertura en Rotterdam y La Haya, debido al interés mostrado por los consumidores optaron por ofrecer cobertura en el resto de los Países Bajos.
La red de Largo Alcance para IoT es complementaria de los servicios de redes 2G, 3G y 4G que ofrece KPN, que ha anunciado que ya ha firmado acuerdos para que 1,5 millones de objetos puedan emplearla, recogen en TechEye.
Un ejemplo del uso de la red IoT de KPN puede verse en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam, que se beneficia de ella para la gestión de equipajes.
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