En 2010 Paul Ceglia salía a luz pública asegurando que poseía un contrato por el que era dueño del 84% de la red social.
Finalmente, el caso terminó en los tribunales, donde el juez dictaminó que su reclamación era falsa y se trataba de un impostor.
En la actualidad, De Ceglia llevaba un brazalete electrónico para estar controlado en todo momento, explican en Mashable, pero según se ha sabido hoy, pudo deshacerse de ese dispositivo de control engañando a la policía y logró escapar.
La fuga de película, que también ha venido acompañada de la misteriosa desaparición de su mujer y sus hijos, se produce meses antes de su declaración en un tribunal, prevista para el 4 de mayo.
En esa vista, De Ceglia debía enfrentarse a la demanda judicial de Facebook, que le reclama una indemnización por la falsa atribución de su empresa.
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