Para convencerles, Intel adoptando una nueva estrategia de marketing e invirtiendo buena parte de su presupuesto en dar soporte para que apuesten por esta nueva categoría de portátiles cuyo grosor no sobrepasará los 20 milímetros.
Pero no lo tienen nada fácil ya que el auge de los tablets (del iPad en particular) y la caída de las ventas de PC están provocando recelos por parte de los fabricantes, que no aún no se han decidido a apostar por estos equipos según han informado fuentes de la industria asiática a DigiTimes.
En la indecisión de los fabricantes también pesa la escasa aceptación que tuvieron en el 2009 los ultraportátiles basados en microprocesadores de bajo voltaje que Intel.
Por el momento las diversas compañías están probando el nuevo concepto presentado por Intel, aunque mantienen una “actitud conservadora” y esperarán a ver la respuesta del mercado al UX21, el primer Ultrabook que se comercializará de la mano de Asus.
El principal escollo de los nuevos equipos de Intel es el elevado precio de la CPU, ya que los fabricantes no terminan de ver claro el margen de beneficios teniendo en cuenta que el precio final de los Ultrabooks no sobrepasará los 1.000 dólares según confirmó Intel durante su presentación.
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