La escasez de procesadores aún podría durar dos años más

La rotura de stock de microchips que llevamos sufriendo un año podría alargarse al menos otros dos años más, según los expertos.

Cuando en marzo de 2020, a causa de la pandemia, el confinamiento hizo que millones de personas se quedarán en casa, muchas industrias sufrieron un parón y entre ellas la de fabricación de semiconductores. Esa pausa provocó que lo largo de los meses sucesivos distintas industrias experimentaron una rotura de stock de procesadores, desde la automoción a la fabricación de dispositivos electrónicos.

Y el problema no es sólo que esa escasez de procesadores no se haya solucionado aún, sino que a decir de algunos expertos aún podría durar otros dos años. Si lo ha declarado Jim Whitehurst, presidente de IBM, en declaraciones a la BBC, en las que ha manifestado que su empresa tardará al menos un par de años en estar en situación de haber intentado incrementado la capacidad de fabricación hasta satisfacer la demanda. Y la situación no parece muy distinta en el resto de la industria.

Reinhard Ploss, director general del Fabricante alemán de chipsets Infineon, declaró la semana pasada a CNBC que la industria nunca había experimentado en condiciones como estas, aunque veía excesivamente largo un plazo de dos años para recuperar la normalidad. En Cisco su CEO Chuck Robbins apuntaba a final del presente año y mucho más optimista aún se muestra el fabricante taiwanés TSMC, que informa de que tan pronto como el próximo mes de junio espera a ver si puesto al día para responder a la demanda del mercado.

Sin embargo los analistas del mercado no son tan optimistas al señalar que se espera que la demanda de chips continúa siendo elevada, mientras que por contra la fabricación continuará contenida, por lo que no será capaz de satisfacer las demandas de la industria durante el año 2022 y quizá tampoco durante 2023. Patrick Armstrong, responsable de sistemas de información tecnológica en Plurimi Investment Managers, ha declarado a CNBC que debería esperarse al menos otros 18 meses con rotura de stock en el suministro de chips por parte de los fabricantes.