La nueva fábrica de chips en Alemania de 2.000 millones de dólares que impulsará la industria de semiconductores europea

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La inversión planeada supera los 2.000 millones de dólares y el plazo para que se inicie la producción sería de 4 años.

La construcción de una planta de fabricación de microchips en Alemania podría suponer un importante espaldarazo a la estrategia europea para convertirse en un actor significativo dentro del sector de los semiconductores. Un objetivo que se marca el año 2030 para representar el 20 % mundial del sector.

Actualmente la presencia de Europa en el mercado mundial de fabricación de microchips se reduce a un 10 %, una posición especialmente débil que se ha puesto de manifiesto durante la pandemia, con el colapso en la cadena de producción asiática de este tipo de componentes, afectando a las industrias más diversas. Entre ellas una de las más afectadas en el caso europeo ha sido la de la automoción, con vehículos que no podían salir de las cadenas de montaje por faltar ese único componente: un microchip.

Se trata de la fábrica que tiene planeado abrir la empresa estadounidense Wolfspeed con una inversión de más de 2.000 millones de euros, estando ubicadas las instalaciones en la localidad germana de Saarland, con un plazo para el inicio de la producción dentro de cuatro años. En la iniciativa tendrá una pequeña participación accionarial el suministrador alemán de componentes de automoción ZF, que mantendrá por otra parte una participación mayoritaria en el centro de investigación asociado con la fábrica.

La decisión de Wolfspeed respaldará la industria doméstica automovilística teutona, específicamente de vehículos eléctricos, especialmente teniendo en cuenta que la ubicación de la planta estará próxima a centros fabriles de marcas como BMW, Ford, Mercedes y Volkswagen, con lo que estos fabricantes se aseguran un fácil acceso a la cadena de producción.