En un movimiento con intención de desprenderse de activos no estratégicos, Nokia ha anunciado la venta de sus oficinas centrales de Spoo (Finlandia).
Las históricas instalaciones que la firma de móviles lleva ocupando desde 1997 han sido vendidas al fondo Exilo Capital. Nokia, como explica Europa Press, mantendrá sus oficinas en el mismo edificio aunque lo hará ahora en calidad de arrendatario.
Para Timo Ihamuotila, responsable financiero de la firma, el acuerdo es el resultado de una buena oportunidad para alcanzar los objetivos de la firma, en los que no se contempla la propiedad de inmuebles.
El coste de la transacción se ha cerrado en 170 millones de euros. La cantidad aportará liquidez a la finlandesa, que ha registrado pérdidas durante los últimos trimestres fiscales.
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