Hablamos del magistrado Colin Birss, que desestimó las demandas de Apple, que solicitaba la paralización de las ventas de la tableta de Samsung en el Reino Unido, alegando que su diseño infringía las patentes del iPad.
Birss ha señalado que los consumidores no tienen problemas para distinguir entre ambos dispositivos ya que según sus palabras, el diseño del Galaxy Tab 10.1 no es tan atractivo como el del iPad.
Además del citado anuncio en la web de Apple en el Reino Unido, la sentencia obliga también a la compañía de Tim Cook a publicar en algunos diarios británicos un comunicado donde se aclare que la tableta de Samsung no copió su diseño de Apple.
Desde Apple lo lógico es que haya recurso a las medidas impuestas por el juez, que suponen un revés para la empresa de Cupertino.
En cualquier caso, conviene recordar que a principios de mes Apple ya tuvo su momento dulce en Estados Unidos contra la marca surcoreana, después de que un tribunal ordenara la paralización de las ventas del Galaxy Tab 10.1, una decisión que ha sido recurrida por Samsung.
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