Sharp trabaja con sus principales prestamistas en asegurar su segundo rescate importante desde 2012.
Fuentes cercanas a la compañía han confirmado que Sharp está considerando reducir su capital de más de 120.000 millones de yenes (1.000 millones de dólares) a solo 100 millones de yenes, tal y como recoge Reuters.
La organización podría reducir su capital y emitir acciones preferentes como parte de una reestructuración planificada. El recorte de capital permitiría limpiar las pérdidas acumuladas y reanudar así el pago de dividendos.
El acuerdo de rescate incluiría el intercambio de 1.700 millones de dólares de deuda por acciones de sus principales acreedores, además de la promesa de reducir 5.000 puestos de trabajo y escindir la maltrecha unidad de pantallas de smartphones.
“La compañía será capaz de empezar de nuevo después de que enjuague sus pérdidas acumuladas y reciba nuevos fondos para mantenerse en positivo en el futuro”, ha afirmado Takatoshi Itoshima, director gerente de la cartera de inversiones Commons Asset Management.
Sin embargo, la emisión de acciones preferentes, así como la posibilidad de otra recaudación de fondos en el futuro ha asustado a los inversores y las acciones de la empresa han caído un 26% tras conocerse la noticia.
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