Según parece, la empresa aeronáutica con sede en Chicago ha recurrido a 9.000 kilos de de patatas para que sustituyan a los humanos y ayuden a conocer cómo funcionarían las señales Wi-Fi dentro de un avión y cuál sería su intensidad.
Con las pruebas esperan determinar si las señales Wi-Fi podrían funcionar sin problemas y sin afectar a la cabina y la navegación de la aeronave.
Según informan desde Boeing, las patatas cuentan con la ventaja de que absorben y rebotan las señales eléctricas de la misma forma que los humanos, por lo que son ideales para sus experimentos.
Además, gracias al uso de los tubérculos evitan tener que emplear a docenas de personas como “conejillos de indias” y sentarlas durante horas en un avión mientras se desarrollan las pruebas.
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