Todavía no hay muchos detalles aparte de su existencia y el hecho de que con él Samsung quiere intentar ofrecer todo lo que los usuarios esperaban del smartwatch, aunque sin llegar al punto de que sea un smartphone en la muñeca, totalmente independiente de otros dispositivos para aprovechar todas sus funciones.
Lo que sí se sabe es que llevará una pantalla OLED flexible, por lo que muy probablemente tenga una pantalla curva. También que su anuncio público será en marzo o abril, momento en el que se espera también al Galaxy S5.
Por otro lado, según los rumores, Samsung promete cambiar radicalmente el aspecto externo y mejorar la batería y la vinculación con otros dispositivos, aunque no está muy claro ese aspecto ya que con el primero vimos una tendencia a intentar dejarlo como un periférico exclusivo para smartphones de Samsung.
Además en un mercado recientemente acosado y saturado por los monitores de actividad, posiblemente también el Galaxy Gear 2 tenga que decir algo al respecto.
Veremos que ocurre finalmente con el Galaxy Gear 2 y si supone una mejora sustancial con respecto a su primer smartwatch.
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