Nokia empieza a convertirse poco a poco en un barco que se hunde del que todos quieren saltar. Las tentativas fallidas para posicionarse en el mercado smartphone, el pacto con Microsoft o el anuncio de despidos y cesión de algunos activos a otras compañías están haciendo que muchos se plantean abandonar la compañía.
Es lo que ha hecho Tommi Laine-Ylijoki, directivo que hasta la fecha se encargaba de la gestión de materiales. El ejecutivo acaba de fichar por Sony Ericsson, donde ha sido nombrado vicepresidente corporativo, así como jefe de operaciones.
Según un comunicado emitido por la sociedad sueco-nipona, su nuevo mando se ocupará de “todas las actividades operacionales de entrada relacionadas con la oferta de la compañía”.
Sony Ericsson se encuentra en un momento de transición importante, con una parte de productos de su línea Xperia orientada hacia la plataforma Android.
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