Después de un año duro para la compañía, el nuevo CEO de Sprint Nextel, Dan Hesse, intentará enviar a los accionistas un mensaje de eficiencia y disciplina, como principales compromisos de la compañía en su nueva etapa, mediante el despido este año de varios miles de empleados, según un artículo de The Wall Street Journal.
La tercera operadora de Estados Unidos por número de suscriptores se apoya en parte en la crisis hipotecaria del país para justificar unos malos resultados financieros durante 2007. Lo cierto es que la baja calidad de su servicio al cliente ha provocado que sus rivales AT&T y Verizon aumenten su cartera de clientes a un ritmo mucho mayor.
La fusión de Sprint y Nextel, a finales de 2006, aún no ha terminado de cuajar. Sólo el año pasado la compañía despidió a 5.000 empleados, aunque todavía cuenta con 60.000. No tiene todavía una central definida, por lo que sus altos ejecutivos se encuentran divididos, aunque probablemente en las próximas semanas resuelvan esta situación.
La mayor ventaja estratégica que tiene Sprint Nextel son sus pasos dados para adoptar la tecnología inalámbrica WiMax, que posee unos estándares de conexión mucho más elevados, por alcance y ancho de banda, que Wi-Fi. Sin embargo, la inversión necesaria para llevar a cabo sus planes en toda su extensión podría limitarlos a lo largo de este año.
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