Sus servidores están en Holanda, lo que también supone una de las razones para permanecer fuera del alcance de los usuarios estadounidenses, algo que se veía venir desde que el año pasado la Motion Picture Association of America demandara a Torrentspy por violación del copyright, en una de sus muchas acciones legales para tratar de detener el intercambio de ficheros.
Como cualquier otro tracker, Torrentspy no almacena películas, pero sirve como índice para poder gestionar las descargas de los ficheros torrent que descentralizan el acceso a estos archivos compartidos. Según un representante de la página web, la privacidad de los usuarios sigue estando en peligro tras demostrarse que las demandas de MPAA y RIAA pueden acabar con las bases de datos de estos trackers – y todos los datos de sus usuarios – en poder de la justicia.
“Es una llamada de alerta para todos los ciudadanos e internautas, que deben saber que su privacidad no está tan bien protegida como podrían haber pensado” dijo Ira Rothken, abogado de Torrentspy. “Google, Yahoo y otros motores de búsqueda deberían estar preocupados. Algún día estos ataques a la privacidad también les afectarán a a ellos”.
vINQulos
CNET News.com
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