Con el nuevo sensor Kinect está ocurriendo lo contrario que lo que pasó con el anterior sensor de Kinect para Xbox 360,que al no venderse el dispositivo por separado y haber varias versiones de la Xbox 360 con diferentes conectores casi desde el principio estuvo disponible para que los desarrolladores buscarán como usarlo con PCs y Windows.
Su adopción por parte de desarrolladores, makers y demás personas ajenas al uso directo con Xbox One y que buscaban integrarlo en otros proyectos ha sido mucho menor. Pero ahora, afortunadamente, tras comenzar a vender sensores Kinect de Xbox One por separado a 200 dólares, se une la posibilidad de comprar ahora un adaptador que lo hace totalmente compatible con PCs con Windows por 50 dólares.
Además, Microsoft ha anunciado ya su nuevo Kinect SDK 2.0, que permite usar todas las funciones de esta nueva versión de Kinect directamente sin tener que utilizar drivers desarrollados por terceros.
Eso sí, si tenemos en cuenta que una Xbox One cuesta ahora 400 euros y el sensor por separado 150 euros, la verdad es que parece que la consola es en sí mucho más barata que una PS4 a pesar de que el precio de esta última sea menor.
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