El nombre de este robot es Jules, y en realidad sólo se trata de una cabeza robótica con un aspecto realmente similar al de la cabeza de una persona real, dentro de la cual existen todo tipo de elementos (servos, motores) conectados a la capa de piel sintética y a los músculos también sintéticos que se encuentran en su interior.
La cámara capta y reconoce las expresiones faciales y luego las imita con mucha precisión, tal y como demuestran las pruebas de la University of the West of England y la University of Bristol. Este tipo de avances son cruciales según uno de los investigadores del proyecto, qe afirma que “la apariencia realística y similar al de la vida real de los robots es crucial para una interacción cara a cara robot-humano sofisticada.”
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