El tribunal debió de quedarse alucinado cuando Jennifer Chowdhury sacó un sujetador rosa con sensores pegados como prueba de su tesis. El juego permite ir poniendo los sensores en sitios cada vez más íntimos, para que la pareja pueda irse tocando para mover las paletas que pararan las bolas en la pantalla.
Según esta revista, lo que ha hecho esta mujer es pegar un juego de sensores debajo de su ropa para que dirijan la acción de un videojuego. Es como el juego del Ping-Pong pero utilizando los pechos y el culo del compañero como paletas.
Existe un vídeo con su presentación. Publicado por Wired, la revista advierte que el vídeo puede contener escenas para adultos no aptas para ser vistas en la oficina. Lo que no dicen es la nota que le pusieron por su trabajo.
Adaptación de Diana Delgado de un artículo de Nick Farrell del 15 de junio de 2007.
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