Windows de código abierto

Microsoft ha cambiado notablemente su visión hacia el software de código abierto, algo que parece ser una evolución desde la hostilidad más absoluta hacia una cordial coexistencia.

Habría que preguntarse, sin embargo, si Microsoft podría ganar dinero ofreciendo Windows de forma gratuita. En un principio, no sugiero que Microsoft libere el cien por cien del código de lo que ahora llama Windows. En vez de eso, podría dividir Windows en sistemas operativos separados de las aplicaciones, restringir sus esfuerzos de código abierto del lado de la ecuación del sistema operativo y vender distribuciones de Windows cliente y servidor con aplicaciones de Microsoft propietarias que se superpongan a la base de la plataforma de código abierto.

Este tipo de división ayudaría a mantener las ventas de Windows entre aquellos clientes que prefieren la actual oferta de Windows “plataforma+aplicaciones incrustadas”, a la vez que liberaría a Windows de tener que decidir entre modelos de negocio que sólo Linux puede ofrecer en estos momentos.

Según están las cosas, se podría construir y hacer funcionar una empresa con Windows, aunque existe un límite en los tipos de empresas a las que podría ajustarse Windows. Las empresas más pequeñas –las que nacen en los garajes- y las operaciones a gran escala –Google y Facebook- están marcando la tónica (y con bastante éxito) hacia modelos basados en la flexibilidad y las licencias de “poca fricción”, y no creo que esta tendencia vaya a cambiar.

Un Windows de código abierto no es ninguna nimiedad técnicamente hablando, y para Microsoft, las barreras filosóficas puede que sean difíciles de superar. Puede que parezca una apuesta arriesgada, pero sigo diciendo que un Windows de código abierto sería la garantía para mantener la plataforma en el candelero durante los próximos años.