El espionaje industrial cuesta a Alemania miles de millones de euros cada año

Los sectores más afectados son la industria armamentística, aeroespacial y de automóviles, así como institutos de investigación.

Los ataques cibernéticos no solo pueden provocar pérdidas de información sino también, a través de un malware de acción diferida, disparar “ataques digitales silenciosos y activos” para manipular datos y sabotear equipos, especialmente de infraestructura crítica.

Alemania es un gran blanco de espionaje y ataques cibernéticos de gobiernos extranjeros como Turquía, Rusia y China, según un informe del gobierno.

Rusia está usando los llamados trolls de Internet para influir en la opinión pública y empujar las opiniones prorusas con un fuerte aumento en campañas de propaganda y desinformación usando medios sociales, según los datos del informe.

Por su parte, Irán se centra principalmente en objetivos israelíes o projudíos y opositores políticos de los gobernantes clericales de Teherán.

El espionaje chino ha aumentado desde que el presidente Xi Jinping asumió el poder en 2013 y se centró cada vez más en eventos políticos como la próxima cumbre del G20 en Hamburgo, así como en tecnología y críticas del gobierno chino.

El espionaje industrial cuesta a la industria alemana miles de millones de euros cada año, y las pequeñas y medianas empresas suelen ser los mayores perdedores, informó la agencia de inteligencia doméstica BfV en su informe anual de 339 páginas.

El informe trazó una serie de amenazas a la seguridad, incluida la militancia islamista y la creciente violencia de extrema derecha, pero destacó la creciente incidencia del ciberespionaje.

Los principales objetivos fueron el Ministerio de Relaciones Exteriores y sus oficinas en el extranjero, los ministerios de Finanzas y Economía, la Cancillería y el ejército alemán.

El ministro del Interior, Thomas de Maiziere, dijo que el gobierno está trabajando en estrecha colaboración con la industria para proteger mejor a las empresas alemanas, siendo los sectores más afectados las industrias de armas, espacio y aeroespacial y de automóviles, así como institutos de investigación.