Los inversores de Nokia desaprueban la labor de su CEO

La junta de accionistas de Nokia ha sido el escenario de numerosas quejas de los inversores de la compañía, que consideran que la estrategia corporativa está fallando.

La empresa finlandesa no termina de recortar distancia frente a Samsung y Apple en el mercado de smarthpones y el enfado de los accionistas con el CEO de Nokia, Stephen Elop, está aumentando de forma considerable, informan en Reuters.

La operación de alianza con Microsoft no ha tenido los frutos esperados y Nokia necesita dar el “pelotazo” con sus nuevos modelos de la serie Lumia si quiere recuperar parte del terreno perdido.

Los inversores de Nokia explican que a pesar de que Elop y su equipo directivo están haciendo todo lo posible por levantar la compañía, los resultados no les acompañan y al final estos son esenciales para obtener la ansiada resurrección, por lo que creen que es imprescindible que haya cambios en la empresa.

Asimismo, salieron a relucir las acciones de Nokia, que no han repartido beneficios este año y están situadas en los 2,71 euros, una preocupante caída en picado desde aquel máximo histórico de 65 euros que registraron sus títulos en el año 2000.

A pesar de que la situación parece indicar que la salida del túnel podría venir si se implantan cambios en la estrategia corporativa, Elop ha declarado que siguen confiando en Windows Phone, una plataforma con la que continuarán batallando en el ecosistema de los smartphones.

Esa decisión ha sido criticada por analistas como Juha Varis, director de portfolio en la firma Danske Capital, uno de los accionistas de Nokia, que ha lamentado de que la empresa finlandesa no tenga nuevas ideas y se lo juegue todo con Windows Phone.

Por otra parte, los expertos también recuerdan que a pesar de que Elop ha logrado poner un precio más económico a sus móviles Lumia, los modelos están todavía en un 5% de cuota de mercado.

Ante ese panorama, las recomendaciones de los analistas pasan porque Nokia se centre en móviles que no sean muy caros, en torno a los 300 dólares, y ofrezcan algunas funciones propias de los smartphones de gama alta, con la intención de vender esos modelos en los países emergentes.