Panasonic Toughbook CF-F8

Es el portátil ideal para los profesionales que busquen la perfecta combinación entre potencia, autonomía, portabilidad y resistencia extrema incluso en las peores circunstancias.

Aunque es cierto que la mayoría de los fabricantes especializados en informática profesional buscan crear portátiles resistentes y ligeros para el uso diario, nadie ha logrado desarrollar este concepto hasta los niveles de Panasonic y su gama Toughbook. Hace más de 10 años que Panasonic puso en el mercado su primer portátil blindado, un Toughbook CF-25, y desde entonces no ha dejado de innovar en este segmento con portátiles que a día de hoy se utilizan en entornos tan exigentes como el ejército, la industria del automóvil, compañías instaladoras o constructoras a pie de obra.

El nuevo CF-F8 se engloba dentro de la gama “semi-rugged” o “business ruggedized”, esto es, portátiles más pensados para el uso diario, en los que prima la ligereza y la portabilidad. Aun así, es un equipo capaz de soportar caídas desde unos 70 centímetros de altura en funcionamiento, y seguir trabajando sin problemas. Cuenta para ello con un chasis fabricado en aleación de magnesio, bordes reforzados, bisagras de la pantalla integradas en el propio chasis, y otros muchos detalles a pesar de los cuales, tan sólo pesa 1,6 Kg. Una cifra realmente contenida si tenemos en cuenta que se trata de un equipo dotado de una pantalla TFT de 14,1”, unidad óptica y todos los complementos que podemos esperar hoy día en un portátil.

La practicidad por encima de la estética

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Como comentábamos antes, lo que más sorprende al tenerlo en las manos es la gran ligereza del equipo, que no te esperas. A esto se añade el tacto de la carcasa de aleación de magnesio que, a pesar de parecer simple plástico, muestra una resistencia extrema a la torsión, golpes secos y presión en cualquier de sus partes. Incluso la parte trasera de la TFT, un punto débil habitual en cualquier portátil, aquí ofrece un robustez extrema.

Desde el punto de vista del diseño, el nuevo CF-F8 no suele gustar al primer vistazo. Como el resto de la familia Toughbook lo primero que viene a la mente de mucha gente cuando lo ven es el adjetivo “feo”. Eso sí, todo esta pensado para ser práctico, como el asa retráctil de la parte delantera, que con el mismo nivel de resistencia del resto del equipo, nos permite llevar el CF-F8 cómodamente a cualquier parte. Teniendo en cuenta que la batería de serie ofrece hasta 6 horas de autonomía, y que la carcasa es extremadamente resistente, ¿quién necesita un maletín?

El teclado es quizá la parte que puede disgustar a más de uno. El tacto que ofrece es agradable, mientras que las teclas están especialmente tratadas para ofrecer una máxima resistencia al desgaste. Sin embargo, el tamaño de algunas teclas, como es el caso de la barra espaciadora, no lo hacen especialmente cómodo, siendo necesario que nos acostumbremos a él. Eso sí, la superficie de apoyo para las muñecas es realmente amplia, hasta el punto de que en el lado derecho encontramos una tapa retráctil con cierre hermético donde se aloja la unidad óptica DVD-RW. Esto es especialmente interesante pues, por una parte se gana en robustez de la carcasa, y gracias al sellado, es posible verter más de un litro de líquido sobre el teclado y con el equipo en funcionamiento sin consecuencia alguna. Ello gracias al diseño utilizado, y la presencia de dos amplios canales de drenaje que evacuan el líquido directamente a la parte inferior.