Affirm capta 275 millones de dólares de fondos

Max Levchin es un tipo que se lleva bien con el dinero. Este emprendedor de raíces ucranianas fue uno de los primeros que comprendió que los pagos podían hacerse sin dinero físico, utilizando la Red y sin pasar por los bancos. Así, hace casi dos décadas cofundó PayPal junto a Peter Thiel. Cuatro años más tarde se la vendió a eBay por 1.500 millones.

Después también convirtió en oro su siguiente startup, una empresa de apps y Social Media llamada Slice que había creado en 2004. Google se la compró en 2010 por 200 millones de dólares, una cantidad mucho más pequeña que la de la herramienta de pagos, pero bastante sustanciosa teniendo en cuenta que los de Mountain View la matarían un año después.

El acaudulado Levchin es el máximo accionista de Yelp y se ha posicionado como inversor en compañías milimillonarias como Evernote, Pinterest, Stripe o Square. Pero las cuentas seguían sin salirle.

En 2012, diez años después de la venta de Paypal, el emprendedor decidió volver al sector de la fintech y fundó Affirm, una plataforma que permite a los compradores pagar por sus compras durante muchos meses con préstamos flexibles y tipos de interés transparentes. La herramienta está dirigida a un público muy concreto: la generación de los millenials. Affirm calcula el riesgo basándose en los datos personales, incluyendo información que proviene de los perfiles en redes sociales de los solicitantes, y teniendo en cuenta los objetos comprados.

Para su fundación Levchin se hizo con 45 millones de fondos proporcionados por firmas de capital riesgo como Khosla Ventures, Lightspeed Ventures Partners y Nyca Partners.  A esa cantidad le seguirían otros 320 millones de dólares más.

Ahora, la startup de préstamos para jóvenes acaba de cerrar una ronda por valor de 275 millones de dólares en deuda y equity en la que han participado Spark Capital, Andreessen Horowitz y otros. Con esta inyección de capital, Levchin demuestra que es bueno en eso de llenarse los bolsillos. Al fin y al cabo, ya se lo dice su mujer. “El mejor consejo que tengo de ella es que me enfoque en eso en lo que ya soy bueno, porque eso es donde yo tengo la mayor palanca. No te avergüences de hacer otra compañía de servicios financieros. No tienes que probar al mundo que eres un buen bailarín”, comenta el emprendedor a Mashable.