Agilidad burocrática

El despegue del DNI electrónico supone un antes y un después en cuanto a operaciones administrativas y empresariales, maximizando el ahorro de tiempo y dinero.

El Consejo de Ministros ha decidido facilitar la vida de los ciudadanos, según afirma el propio Ejecutivo, dando luz verde al DNI electrónico. El caso es que, al menos en esta ocasión, la cúpula política va a tener toda la razón a la hora de asegurar con esta iniciativa la confidencialidad de las redes informáticas y, por supuesto, la agilidad burocrática siempre hasta la fecha tan deprimente en cualquier ámbito, tanto en el privado como en el público. Enhorabuena desde aquí.

El nuevo DNI, con chip y clave personal incluidos, va a permitir no sólo la acreditación electrónica del titular sino, asimismo, la firma electrónica de documentos; un magnífico avance para todos los que diariamente tienen que batallar con cantidades ingentes de información y datos. Además, la foto de siempre, es decir, a la que estábamos acostumbrados con el modelo tradicional, la firma tan nuestra, y más nuestra todavía la impresión del índice derecho, acompañarán en su camino a ese documento que nos abrirá las puertas del horizonte digital del que tanto se dice y se espera.

Un futuro próximo en el que, si las cosas salen como se pintan, las operaciones más simples del día a día se podrán solucionar cómodamente, ahorrando tiempo y dinero, y más importante aún, sirviendo de plataforma electrónica a la administración corporativa que tanto se necesita en la vorágine de hoy en día.