Parece que la justicia nipona considera a Samsung inocente, obligando además a Apple a pagar los gastos del juicio. Con esto no sólo no se les dará los 1,3 millones de dólares que esperaban, sino que sus intentos por prohibir la venta de varios productos de Samsung en Japón no prospera.
En el caso de Japón, las demandas de Apple a Samsung se centraron en una patente sobre sincronización de datos utilizando Kies. Al ser los motivos de demanda totalmente variables en todo el mundo, con esto nos damos también cuenta de que en esta batalla lo importante no parece ser ni las patentes ni los diseños concretos, sólo la idea fija de Apple de que Samsung ha copiado algo (lo que sea).
A pesar de que en EEUU ya existe el veredicto de la cuantiosa multa de 1.050 millones, las irregularidades en el mismo aseguran casi sin lugar a dudas que Samsung podrá reclamar sin problemas, por lo que el proceso volverá otra vez a ponerse en marcha.
¿Os parece también a vosotros curioso que en EEUU se opine lo contrario que en el resto del mundo favoreciendo a una compañía estadounidense? Lamentablemente parece que esta batalla tiene para rato… [Bloomberg]
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