No hace mucho unos científicos de Gales habían encontrado una manera de solucionar este problema utilizando ajo en su alimentación, pero con la consecuencia de que se modificaba el sabor original de la leche. (Imaginaos: “Nueva Central Lechera Asturiana con Omega3 y su nuevo sabor a ajo a la barbacoa”).
Sin embargo, el remedio ofrecido por los científicos de la Universidad Agrícola de Obihiro en Japón parece ser una solución aún mejor que la de la foto sobre estas líneas: una mezcla de nitratos y el aminoácido cisteína que suprimen la producción de metano en el interior del estómago de vaca, sin efectos colaterales para la calidad de la leche. Bastan unos simples aditivos alimentarios, que cuestan alrededor un dólar por día y vaca. Y adiós problemas.
Esperemos que tengan éxito por el bien del planeta y también que algún día se comercialicen para humanos en su versión “mi novia/o es vegetariana/o”. — Eduardo Lozano. [Times Online imagen vía Treehugger]
Bienvenido a un nuevo episodio del podcast semanal Silicon Pulse, un espacio en el que…
Esta familia de móviles de realme está compuesta por los modelos realme 12+ 5G, realme…
La nueve serie incluye los sistemas AFF A1K, AFF A90 y AFF A70, que ofrecen…
La Cambra de Comerç de Barcelona, Digital Realty y DE-CIX han arrojado luz sobre las…
Promete "nuevos niveles de visibilidad en los puntos ciegos de la red y los dispositivos…
Entre sus características destaca la presencia del procesador AMD Ryzen PRO 8040 HS-Series con NPU…