Eficacia y desarrollo

El impulso de las Nuevas Tecnologías en España pasa por una mayor determinación estratégica, acompañada del avance de una Sociedad de la Información todavía en ciernes.

La situación actual por la que pasa Internet en España puede justificarse, según señalan los expertos en tecnologías online, en la apertura con la que el Mercado de Telecomunicaciones ha facilitado la liberalización de nuestras compañías y servicios TIC. “Una falsa liberalización, contraria al interés general”, advierten.

Una de las razones esgrimidas en torno al asunto toma como lanzadera la diferencia de precios que, alrededor de las tecnologías ADSL repercuten de forma inmediata tanto en minoristas como en los usuarios.

Con esto en mente, y también pensando en la ardua tarea que supone a día de hoy ofrecer una vía electrónica pública con vistas al ciudadano, muchos de los entendidos apuestan por una regulación del servicio a través del caudal privado.

En este punto empieza precisamente la densidad de la problemática, a la que se añade la tensión de los dominios .es que, debido a su elevado precio, ven ralentizado su crecimiento con respecto a los registros de orden genérico. La tesitura se puede adornar con cualquier condimento que dulcifique el pastel, aunque la cosa no está para bromas.

Y si se recuerda que todavía hay más de cuatro millones de españoles sin acceso a la línea ADSL, sobra subrayar lo lejana que todavía parece esa Sociedad de la Información que, tan a bombo y platillo, ha sido y sigue siendo anunciada desde las esferas del poder.

Las consecuencias de todo ello no pueden ser otras que una mayor concreción en las estrategias por impulsar Internet tanto a corto como a largo plazo y, cómo no, un interés real y efectivo por solucionar los retos que vayan surgiendo al paso de un desarrollo incipiente todavía y que tenga como prioridad la democratización y el fomento de las Nuevas Tecnologías de España.