El problema en los chips Sandy Bridge no afecta al liderazgo de Intel

Durante el primer trimestre del año Intel ha logrado reforzar su liderato en el mercado de los procesadores a pesar de haber reconocido la existencia de un fallo importante en los chipsets Cougar Point de la gama Sandy Bridge.

A principios del mes de febrero Intel alertó de un problema en el diseño de los chipsets Cougar Point, que se utilizan en las placas base de la nueva generación de procesadores Sandy Bridge.

En aquel momento la compañía aseguró que este imprevisto podría costarle un total de 700 millones de dólares en concepto de reparación y reemplazo de los istemas afectados. Algunas compañías tuvieron que cambiar sus planes de lanzamiento debido a este problema y la imagen de Intel se vio afectada.

Compañías rivales como AMD trataron de “sacar tajada” de esta situación pero el tiempo ha demostrado que el fallo en los Cougar Point no sólo no ha perjudicado a las cuentas o a la cuota de mercado de la compañía, sino que no ha sido ningún impedimento para que Intel siga aumentando la enorme ventaja que les separa del resto de competidores.

Intel y AMD controlan el 92,7% del mercado
Intel y AMD controlan el 92,7% del mercado

De hecho, durante el primer trimestre del año Intel ha continuado dominando el sector con una cuota del 82,6%, un porcentaje superior en dos puntos al del trimestre anterior según las cifras que recoge la firma analista IHS Suppli.

Su inmediato perseguidor sigue siendo AMD, que durante los tres primeros meses del año obtuvo una cuota del 10,1% mientras que en el mismo periodo del año anterior su presencia en el sector era del 11,8%.

“Intel se movió rápido para identificar y corregir el problema”, explica Matthew Wilkins, analista de IHS Suppli, “el hecho de que la empresa lograra un aumento del 25% en los ingresos en el primer trimestre de 2011 comparado con el mismo período de 2010 muestra que su preocupación por el chipset en realidad no afectó a la compañía de forma significativa”.

Este analista considera que la reacción de Intel sirve como ejemplo para otras compañías sobre como actuar ante posibles crisis con rapidez y agilidad.