El sector público español no estaba tecnológicamente preparado para la COVID-19

El 82 % de los responsables tecnológicos vio incrementando su nivel de estrés por tener que transformar modelos operativos con rapidez durante la pandemia.

La pandemia de coronavirus ha tocado todos los estamentos. “Los responsables tecnológicos del sector público”, por ejemplo, “se han enfrentado a un reto sin precedentes, ya que este año han tenido que afrontar una prueba de resistencia extrema”.

Así lo expresa Miguel Pleite, director técnico para España de Pure Storage, que ha realizado un estudio entre los responsables tecnológicos del sector público europeo sobre su actuación en medio de la crisis sanitaria, entre ellos los de nuestro país. Hasta un 90 % de esos profesionales españoles explica que está acelerando la transformación digital de las infraestructuras de datos de sus departamentos para dejar atrás sistemas tradicionales.

Otro 90 % comenta que mejorar la experiencia de los ciudadanos es algo importante si se quiere fomentar la confianza en la administración.

Y solamente un 4 % considera que estaban muy preparados para afrontar un reto como el de la COVID-19, que ha disparado la demanda de servicios y recursos. Además, la mayoría (82 %) reconoce que esta experiencia ha incrementado su estrés, porque han vivido presionados para transformar los modelos operativos lo más rápido posible.

“Está claro que estos equipos están atados de pies y manos por la infraestructura tradicional con la que trabajan”, dice Miguel Pleite. “Estas infraestructuras no se diseñaron para la era digital. Los retos y los cambios a los que se han enfrentado deberían convertirse en una oportunidad para que las organizaciones del sector público se centren en el futuro que desean”, señala: “un futuro en el que se satisfagan las demandas de los ciudadanos y los empleados y que garantice que salen de esta crisis más fuertes y más resilientes que antes”.

Los propios responsables tecnológicos creen que, en la época pospandemia, perdurarán cambios como el uso continuado de las tecnologías colaborativas y el teletrabajo.

En cuanto a los obstáculos que tienen que superar para digitalizar los servicios al ciudadano, cerca la mitad (45 %) apunta a la falta de liderazgo y visión digital. Otros retos son la propia infraestructura tradicional y la seguridad. Un 82 % comenta que la inversión en seguridad de infraestructura no sigue el mismo ritmo que las amenazas.

Para los próximos dos años, la gestión del riesgo y los servicios en la nube, además del área del internet de las cosas, serán los ámbitos prioritarios de inversión.