Evasión electrónica

La facilidad con la que algunas organizaciones pueden pasar por alto las normativas establecidas en Internet hace reflexionar sobre la permisividad del sistema.

Robos de patentes y prácticas monopolísticas son sólo algunas de las denuncias a las que frecuentemente tiene que enfrentarse el hombre más rico del mundo, Bill Gates, y el máximo responsable de Microsoft. Sin embargo, una de las formas más notorias con las que la multinacional se evade de sus supuestas responsabilidades judiciales se basa, según aclaran fuentes del sector, en el correo electrónico. Directamente, la empresa de Redmond fulmina los mensajes relacionados con tanta demanda de unos y otros.

La corporación que dirige Gates, quien, dicho sea de paso, mañana viernes aprovechará su visita relámpago por España para, entre otras cuestiones, fomentar el empleo de las TI en los estamentos empresariales y sociales, al margen de sus intenciones para los colectivos menos favorecidos, hace desaparecer el e-mail comprometedor con el objeto de posteriormente culpar del suceso a sus mismos empleados. La condición estratégica de sus iniciativas, independientemente de lo que quieran parecer, entran en una vorágine de completa contradicción.

La propia compañía, Microsoft, lo ha reconocido. Los correos que recibe de manera electrónica son eliminados a pesar de las normativas que establecen la obligatoriedad de guardarlos si se vinculan con investigaciones o tribunales. Y la excusa que mantiene no es otra que borrar el mail para obtener más espacio de almacenamiento.

Bien, pues con esta metodología, y según los denunciantes, el coloso ha conseguido engañar al propio Departamento de Justicia norteamericano. De verdad, que no somos nadie.