Las ventajas del ERP centrado en proyectos y basado en componentes

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Enrique de Miguel, director comercial de IFS Ibérica nos muestra los beneficios que ofrece la utilización de las soluciones de planificación de los recursos empresariales.

Esta falta de visión unificada unida al exceso de integración ha llevado -especialmente a las compañías industriales- a vislumbrar la implantación de ERPs como complicados proyectos de inversión a largo plazo.

Sin embargo, todo esto puede evitarse seleccionando un proveedor cuyo un software esté basado en componentes. Este tipo de arquitectura permite realizar las implementaciones del ERP por etapas, definiendo inicialmente los aspectos más críticos, y avanzando progresivamente por departamentos.

Aunque parezca que una implantación por fases contradice esa vista unificada mencionada anteriormente, sucede todo lo contrario: el software por componentes permite unificar datos, aplicaciones y procesos.

Principales beneficios
Esta particular aproximación facilita que la empresa pueda controlar en poco tiempo los cinco aspectos clave para calificar una operatividad como fluida:

  • Gestión del riesgo. El usuario puede modificar de forma remota las especificaciones de un producto o servicio con un simple clic, facilitando una comunicación efectiva entre proveedor y cliente.
  • Control de costes. Es posible controlar la presión de precios en la cadena de suministro, algo especialmente importante si los procesos de fabricación se han externalizado.
  • Flujo de caja. Al conocer los ingresos, costes y beneficios a nivel granular, se inyectan los recursos financieros donde más se necesitan.
  • Gestión de los recursos. La integración de datos ayuda a definir estrategias más globales, cotejando información de múltiples operaciones y comparando el rendimiento empresarial en distintas regiones.
  • Tiempo. Las funciones de correlación de datos y modelado predictivo permiten conocer lo que ha sucedido con un proyecto, y sobre todo lo que sucederá en el futuro. Para ello, es esencial contar con análisis en tiempo real y una cultura global y colaborativa.

Por último, señalar que un nuevo sistema ERP siempre implica un cambio de cultura en las prácticas empresariales. Su implementación es, ante todo, una tarea de gestión, y cuanto más sencilla mejor.

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