La Comisión Europea y las autoridades estadounidenses trabajan en los detalles finales del acuerdo sobre la transferencia de datos entre los dos continentes, conocido como “Safe Harbour”.
El pacto, al que se llegó en el año 2000, ha estado sujeto a revisión tras el escándalo protagonizado por Edward Snowden, que reveló el espionaje masivo que la agencia de inteligencia NSA había llevado a cabo.
Bruselas pidió a EEUU entonces garantías sobre el uso de datos procedentes de ciudadanos y empresas europeos. El documento también prevé que las autoridades estadounidenses tengan límites en el acceso a datos.
Según el acuerdo alcanzado hasta el momento y al que ha tenido acceso Reuters, se endurecerán las normas de traspaso de datos a compañías norteamericanas. De esta forma Europa asegura que las compañías que reciban la información se acojan a unos estándares de privacidad más estrictos.
A pesar de los avances en las negociaciones, no es seguro que se alcance un acuerdo final antes del verano.
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