Se avecinan buenos tiempos para la tecnología de carga inalámbrica, ya que según se desprende de los datos publicados por la firma IHS, el año pasado se comercializaron 55 millones de receptores de carga inalámbrica y en 2015 esa cifra alcanzará los 120 millones.
Además, esa tendencia alcista proseguirá a lo largo de los próximos diez años y en 2024 se espera que se alcancen más de 2.000 millones de unidades.
La carga inalámbrica supondrá un importante cambio para la industria tecnológica, y se confía en que los usuarios se aprovechen de las ventajas que aporta ese método que evita el empleo de cables.
De momento uno de los mayores hándicaps para la tecnología de carga inalámbrica estriba en el hecho de que son pocos los dispositivos compatibles con ella, y aquellos que lo son necesitan estar diseñados para aceptar Qi y PMA, los dos estándares de carga más populares en el mercado.
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