La recuperación en semiconductores será desigual

La escasez de chips sólo empezará a revertirse este año para el sector de la automoción y la industria.

Los problemas de suministro se han convertido en un gran quebradero de cabeza para empresas y usuarios en todo el mundo durante los últimos tiempos, coincidiendo con la pandemia de coronavirus.

La industria tecnológica se ha visto afectada por la escasez de chips informáticos, que poco a poco vuelven a estar disponibles.

La consultora Bain & Company dice que la recuperación está cerca, aunque será desigual.

La industria y el sector de la automoción serán los dos segmentos que tardarán menos tiempo en volver a los niveles de antes. Los cuellos de botella en el suministro mejorarán hacia finales de año y principios de 2023.

También habrá que esperar al menos hasta el próximo año para que otros productos, como smartphones y tabletas, comiencen a ver la luz al final del túnel.

La escasez de componentes perjudicará a otros sectores hasta al menos 2024. En este grupo están las consolas de videojuegos y los servidores informáticos.

Los expertos explican que la demanda es cada vez más fuerte y los proveedores no disponen de los recursos financieros necesarios para construir fábricas y producir componentes de sustratos. Los chips que dependen de dichos sustratos suponen prácticamente el 50 % de los semiconductores para servidores y más del 50 % para videoconsolas.

Esto no quiere decir que las empresas se mantengan de brazos cruzados. Muchas están apostando por “una estrategia de suministro de semiconductores flexible y con visión de futuro”.

Teniendo en cuenta que la invasión de Rusia a Ucrania y nuevas oleadas de COVID-19 podrían causar más interrupciones en el suministro, combinan inversiones corto plazo con la preparación para el futuro.

A corto plazo, están diseñando para la disponibilidad. Esto es, rediseñan productos ya existentes eliminando funciones que no son esenciales y dependen de procesadores no disponibles o crean productos distintos para nichos aún no explotados.

Otra forma de afrontar la falta de suministro es retirar productos heredados que dependen de componentes que escasean, forzando el cambio hacia modelos más avanzados. Esto implica dar forma a la demanda para acomodar la oferta.

A más largo plazo impondrán soluciones como diseñar productos de resiliencia flexible, construir capacidades de análisis profundo sobre la procedencia de los productos o las prácticas de abastecimiento de los proveedores, por medio de herramientas digitales, e invertir en innovaciones en la cadena de valor, pagando al proveedor para que garantice cierto volumen.

Hay empresas que también asumirán más responsabilidad en el diseño de semiconductores, poniendo sus propias instalaciones en funcionamiento.