Es, sin duda, la noticia del día. Larry Ellison abandona su posición como CEO de Oracle, la compañía que él mismo cofundó allá por el año 1977.
Durante estos 37 años ha sido él quien ha ocupado el sillón de director ejecutivo. Un sillón que ahora se repartirán otros dos pesos pesados dentro de la estructura de Oracle, Mark Hurd y Safra Catz.
Esta bicefalia tendrá un orden. Está previsto que Hurd maneje todo aquello relacionado con ventas, servicios y negocios verticales, mientras que Catz atenderá cuestiones legales, las finanzas propiamente dichas, como ya venía haciendo, y ciertos temas de fabricación.
En la práctica este replanteamiento significa que “ahora responderán ante la Junta de Oracle en vez de hacerlo ante mí”, según ha comentado el propio Ellison, con 70 años recién cumplidos, que a pesar de no seguir siendo CEO tampoco se desvinculará de la empresa, ni mucho menos.
Su salida como cabeza visible irá sucedida por una recolocación de su ingenio como director de tecnología, lo que le permitirá supervisar los trabajos de software y hardware. Además, sustituirá a Jeff Henley como presidente ejecutivo de la Junta. Henley pasa a ser simplemente vicepresidente.
La transferencia de poderes es evidente, pero parece que “Larry ha dejado muy claro que quiere seguir trabajando a tiempo completo”, como dicen desde Oracle. Y lo hará dirigiendo “su energía a la ingeniería de producto, el desarrollo de tecnología y la estrategia”.
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