Las organizaciones tardan más de siete meses en superar los efectos de una brecha de seguridad

Además del impacto económico, sufren consecuencias como la pérdida de datos o el tiempo de desconexión.

Los ciberataques se han convertido en uno de las principales quebraderos de cabeza de las empresas. Cualquiera de ellas, con independencia del tamaño, sector de actividad o lugar de origen, pueden convertirse en víctimas de unos ciberdelincuentes que no cejan en su empeño.

Según un informe de Fastly, durante el último año las empresas han perdido el 9 % de sus ingresos como resultado directo de los ataques que han sufrido. En España esa cifra es del 8 %.

Y las consecuencias no se quedan ahí. Otros efectos nocivos de los ciberataques son la interrupción de la red (34 %), la pérdida de datos (29 %), el tiempo de desconexión de las aplicaciones web (24 %) y el compromiso de las cuentas online de los clientes (22 %).

“Si bien los resultados inmediatos de un ciberataque pueden ser extremadamente dañinos, lo que realmente afecta a las empresas es el tiempo que tardan en recuperarse de ellos”, comenta Sean Leach, VP de Tecnología en Fastly.

“En promedio, a las empresas les lleva 7,5 meses recuperarse de la pérdida de confianza del cliente como resultado de un ciberataque (9 meses en el caso de España)”, desvela.

“Esto es muy preocupante para las organizaciones que no pueden permitirse perder negocio en el clima económico actual. Una vez que la confianza se rompe, es muy difícil recuperarla”, prosigue Leach. “Esto significa que un solo ciberataque, especialmente uno que resulta en una violación de datos de clientes, tendrá impactos a largo plazo en la empresa que lo sufre”.

Además, tal y como añade el directivo de Fastly, “en un contexto de incertidumbre económica, las consecuencias financieras a largo plazo de sufrir una brecha de seguridad no pueden ignorarse”.

En estos momentos un 76 % de las empresas a nivel mundial y un 71 % de las españolas planea incrementar su presupuesto de ciberseguridad para afrontar las dificultades actuales.

Cabe señalar que poco más de la mitad (55 %) de las herramientas de seguridad está siendo utilizada en su totalidad. En España el porcentaje es algo superior y alcanza el 63 %.

Otra problemática tiene que ver con el talento. Hacen falta profesionales especializados en seguridad y el proceso de contratación se complica. La falta de experiencia en la gestión de amenazas (46 %), el déficit de ciertas competencias (36 %) y la incapacidad para trabajar a gran escala (36 %) son los grandes desafíos.

Fastly cree que la tecnología de inteligencia artificial (IA) generativa puede ser la solución. El 51 % de los profesionales de seguridad quiere invertir en ella en los próximos dos años. Aunque la IA también tiene potencial para impulsar las amenazas, un 75 % de los consultados espera obtener un impacto positivo.

“A pesar de que desde hace dos años está prestando mayor atención al problema de la disponibilidad de talento, muchas empresas siguen intentando resolverlo simplemente gastando más”, observa Sean Leach.

“Aunque esta estrategia puede ayudar a las empresas a atraer a los mejores profesionales, ignora los avances tecnológicos -y las soluciones alternativas- que pueden ayudar a los equipos de seguridad a superar sus retos de personal”, advierte.

“Entre ellos, hemos visto que los servicios de seguridad gestionados y la IA generativa han sido áreas prioritarias, ya que las empresas buscan reducir el trabajo y aumentar la productividad de sus equipos de seguridad internos aligerando tareas que consumen mucho tiempo”, razona, “y de esta forma desbloquear nuevas oportunidades de innovación y garantizar que las empresas estén mejor protegidas en toda su superficie de ataque”.