Los data center podrán reducir su consumo eléctrico gracias a la refrigeración líquida directa

Gracias a la implementación de la refrigeración líquida directa puede rebajarse la factura eléctrica entre un 10 % y un 20 %.

El continuo incremento de los precios de la energía está convirtiendo esta partida en un importante elemento a tener en cuenta en todo tipo de industrias, pero especialmente se ha visto concernido el sector de los centros de datos debido a los elevados requerimientos de consumo eléctrico que precisan.

Con unos costes cada vez más elevados por esta causa se produce un impulso adicional para una solución capaz de reducir significativamente el gasto en energía eléctrica que supone la refrigeración de los centros datos. Dada la cada vez mayor densidad de potencia en estas instalaciones la refrigeración líquida se abre paso como respuesta de mayor eficacia a menor precio.

Especialmente para su aplicación a ciertos centros de datos la refrigeración líquida directa y la refrigeración por inmersión se han convertido en dos recursos que merecen especial atención por su elevada eficacia en el enfriamiento del aire, capaz a su vez de reducir los costes. Y es que según una encuesta realizada por el Uptime Institute un 60 % de los responsables TIC de las empresas consultadas consideran el ahorro de costes como un factor esencial para que las empresas opten por una transición a este tipo de soluciones como e la refrigeración líquida directa.

La refrigeración líquida directa es una tecnología dirigida (DLC) a un nicho muy concreto del sector de los centros de datos, que cuentan con una elevada densificación en la infraestructura de racks, que presentan un consumo energético más elevado  y una mayor temperatura a disipar. Dado que esto último requiere de un mayor gasto energético la situación desembocaría en un círculo vicioso que puede evitarse mediante la aplicación de técnicas de DLC.

Con estas puede rebajarse la factura eléctrica entre un 10 % y un 20 %, aunque a cambio para conseguirlo es necesario afrontar importantes inversiones al deber sustituirse los sistemas de enfriamiento por aire. Un obstáculo para la adopción masiva de esta tecnología es la ausencia de una estandarización de sistemas, además del temor a los posibles daños que pudieran generarse en caso de fugas del circuito. A cambio la gran ventaja es, junto al ahorro energético, el menor impacto medioambiental.